viernes, 23 de mayo de 2008

Carmen de lluvias y malaspalabras

Carmen de mis callecitas habituales
y de mi infancia tan poco transcurrida
por los monstruos de los armarios,
casi todo lo he aprendido de vos:
las leyendas que suelo contar en Halloween
y los sentidos de esos hijueputas
que salen de tu boca poquito mágica.

Te heredé las malarrachas
esa manía de quererlo saber todo y
hasta la de mentir cuando conviene.

Carmen de lluvias y malaspalabras:
también tengo la bocasucia
y me cansan las siestas y los relojes de mano.
Lo peor de todo [aunque no lo saqué de vos]
me sacuden, cada vez más, instintos de indecencia.

Sigo creyendo que no he de morir con cara de niñabuenani
tan jodida como la primera vez
que me di cuenta que estaba jodida.
Igual que vos, Carmen, igual que vos.

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