lunes, 22 de agosto de 2011

tal vez...



no sé si después de tanta fidelidad
bien podría descontarme amantes de la espalda

-y aunque no puedo decir que me he vuelto
muy moral-
después de haber sido tan playito
me siento como la nena que toda madre desearía:
tan linda y tan decente

y aunque el inventario de bocas
casi supera la mitad de mi vida
y el de manos entreteniéndose con mi entrepierna
podría matar a mi viejo de un infarto
me siento como la nena que va a misa los domingos
y las doñas felicitan a su madre por tener a una hija
tan linda y tan decente

sólo que la decencia me queda pequeñita
casi igual que la dignidad