miércoles, 26 de agosto de 2015

un carajo


a la larga
me ha ido mejor sin vos

otros amantes
más tatuajes
y el hombre que se quiere casar conmigo
(me regala margaritas
masajes paseos
y todas las obscenidades
que siempre me han gustado)

hace mucho que dejé de extrañarte
hasta me vale un carajo
si sos feliz o no

se me ha quitado lo hijueputa
y lo borracha
y ahora sí contemplo ser fiel
(con vos lo fui por 4 años)
encontré al hombre que me quiere completa
y no me da pena dormir en pelota
puedo pasar meses sin depilarme
cocina mejor que yo
cuida a las perras que me dejaste

[es el noah que siempre quise]

aprendi a quererme antes de concerlo
estaba comenzando a estar tranquila
2 dias sobria y puffff… aparece el chele
medio geeky
inteligente y con ganas de escucharme
un meloso que no empalaga

estoy madura
se nota
que soy feliz
y finalmente
puedo decir que me valés un carajo

viernes, 24 de julio de 2015

cumple

Cumplí 32 el 22. Coincidencialmente, me tocó cita para colocarme el dispositivo intrauterino, una experiencia nadita placentera, y más jodida para las que nunca hemos parido (me sacó mi par de mis lagrimitas y yo que soy un poco huevona pa'ciertas cosas). Mis 31 fueron los peores: 1 semana de ebriedad después de 70 días sobrios y todo valía un carajo. 32 uno de los mejores, si no contamos el dolorcito del dispositivo: 351 días de sobriedad, más madura, con un hombre que me ama como ningún otro y acepta la probabilidad que un hijo conmigo es incierta (tengo todo lo que se requiere, menos el nivel emocional...en realidad estoy clara con que no y no), me quiere desordenada, mal hablada, sensible, floja, despistada, imperfecta, apegada a otras cosas, a mi familia, a mis perras, . Volveré a la uni pronto. No he aceptado completamente mi redondez, pero estoy trabajando en ello. Tengo más tatuajes y quiero uno último (son más personales, así que no siempre visibles). Rezo todas las noches, y al levantarme digo la oración de la serenidad. Vivo, como dice mi tatuaje "one day at a time"

jueves, 14 de mayo de 2015

asi pues...


Penúltimo día de histeria:
mis hormonas a mil.
¡Estoy que rasgo paredes!