miércoles, 8 de junio de 2016

Chauchau, pajarito

Por fin, chico guapo,
amor de mi vida,
se me acabaron las ganas,
la calentura
y las mariposas en el estómago
para ir a buscarte


¿Para qué lanzarme al vacío?


A  la loca impulsiva en mí
la sedo con café negro todos los días
disfruto manualidades
y retos que no tienen que ver contigo


¿Para qué carajos lanzarme al vacío?


Ya enfermé de tanto amor por vos
harté de misericordia y esperas
a mis demonios malhumorados
Un tiempo me mutilé las ganas
caminé transparente y decidida
a que fueras ese amor que se queda colado
en las ventanas de una casa
en la que nunca estarás


Me hice coleccionista de noviembres rotos,
querida de extraños sin fines románticos
y la idea de que fuiste lo mejor que les pasó
a mis tontos veintiocho morbosos años


Pero no voy a lanzarme al vacío
admito derrota de esto
que no tuvo fe ni cabeza.
Definitivamente, amante exquisito,
fuiste la felicidad pasajera
y esa aventura que tanto necesitaba

ese puto invierno del 2011.