lunes, 25 de mayo de 2020

lunes y me aguanto...

Y he vuelto a extrañarte
con la intensidad de antaño:
esa que provoca hambre 
(pero no más desvelo)
y me he comido 2 panes de canela
¼ de taza de helado de moras
treintas sonrisas tristonas
y un cachimbo de malas palabras


Me pongo tu chamarra
que me queda como vestido;
tomo café con poca leche
y media cucharadita de azúcar.
Olvidé si te gusta el café.
Un tiempo atrás
quise hacerme amiga del té:
Me pareció aburrido


Volviendo a vos: he vuelto a extrañarte
y también a la luna escondida en tu boca
tejiendo telarañas en mi infinita redondez,
la adrenalina de hacerlo en la parte trasera del coche;
los besos en el tren
se volvieron acuarelas para un cuadro
que siempre guardará su propósito de viernes
intimidando al mal humor de estos años sin vos
trayendo de cuando en cuando cierta alegría
paz para una guerra que me inventé solita
para entretenerme en el otoño sobretodo
cuando hace un  frío de puta madre
y no hay luciérnagas o moscas acompañándome 
 a tomar café en la terraza y llenarles de insultos
disfrazarles las melancolías innecesarias
rellenarlas de coco o mermelada de bergamota
hermosamente crueles y viceversa

y todo por tu culpa, por tu granputísima culpa

porque te extraño hermoso cabrón.