miércoles, 7 de diciembre de 2011

pupilas brillantes...

pupilas brillantes como la primera vez
una cama inflable, el puto frío de Rochester
y nos importó un carajo
pues todo lo tuyo era calentito
sobretodo tu boca que no se cansaba
de comerme hasta las malas costumbres
tus manos (sólo un tanto más grandes que las mías)
hurgándome hasta la jodida memoria
noviembre/otoño y 3 días lejos de esta tonta Filadelfia
que no se acostumbra a mí y yo a ella menos
un cajón repleto de necesidades
(según yo, las mías un tanto más urgentes que las tuyas)
vos regalándome la almohada perfecta
y yo descubriendo que el rock y las aceitunas verdes
me gustan más de lo que creía

poco convencional esto de querernos así de rapidito…¿no?
las posibilidades/probabilidades caben
en la promesa de los meñiques

volví a desnudarme con la luz encendida
a afilarme los pechos y la cintura
redonda y bonita en cama ajena
a olvidar que una buena chica al terminar con su novio
tarda un tiempo para volver a coger
me deshice de los pingüinos
casi 4 años de decencia
3 kilos de vacíos y 5 de limitaciones
volví a quebrarme
en lo cursi de las palabras
supongo faltaba un ronald que llorase por mí
para creer en un noah

lo jodido: sigue sin dárseme
lo del happy ever after
y va en aumento la colección de amantes
asomándose en mi entrepierna