jueves, 11 de marzo de 2010

Debería buscar la manera de actualizar esta porquería, pero que entre 2 trabajos, un flaco y mi peky, apenas tengo tiempo pa’depilarme. Corro con la suerte de ser velluda, nadamás, de los antebrazos. No leo a nadie ni nadie me lee (de nuevo: nadie y yo la pareja perfecta) y creo que me he acostumbrado un tantillo [ojalá pudiera decir lo mismo de mis eternas libras de más]. Estoy jodidamente cansada (y no, nada que ver con antiguas depresiones…) estoy despierta desde las 05:40 de ayer martes y ahora mismo son las 21:33, no de martes sino de miércoles. Ya no tengo los ojos hinchados como los tenía esta mañana. Y puedo decir que las ojeras no se me dan casi. Es horrible el insomnio con ratos de lagrimeos. La verdad que me había desacostumbrado [y bastante] al insomnio. Aunque no creo desvelarme esta noche. He terminado de aceptarlo: la Carmela [o Melo como le llamaba mi abuelito] se fue. Nos lo esperábamos, pero joer… uno no está listo 100% y peor el no poder despedirla en persona y que han pasado 11 años sin verla. Es un alivio saber que a ella ya nada le duele, aunque seamos muchos los que vamos a dolerla, sobretodo su viejo chocho.