a mi amigo Moya lo conozco
desde la secundaria
era un chico bueno y tímido
yo era buena tímida y pendeja
para él
la costumbre es suficiente
para casarse
le escucho
y en realidad pienso
en lo tonto que se oye
y en lo hijueputa que es
por ponerle los cachos
a su chinita
no le hablo de amor
también he sido hijueputa
incluso más que el cabrón de mi ex
a quien encontré en la cama con otra
una mañana de navidad
me habla de su china
de lo linda y buena que es
[tan buena que se atrevería
a dejarla por su hermana]
le hablo de mi flaco
y en lo fiel que he llegado a ser
de mis amores de Nicaragua
de mis días de histeria
mis rachas depresivas
y de otras tonterías que hasta creo
ha llegado a aburrirse
nada que ver con la tonta
de quince años
que se enamoró de su mejor amigo
[el cual se enculó de una zorrita
también de cuarto]
que escribía poemitas de amor
y creía que la luna era
una enorme pelota de queso
que besó casi a los dieciocho
y cogió con el mismo chico
que ni siquiera 5 años después
pudo regalarle margaritas
ahora esta pendeja
gusta del cigarrillo
una vez al año
bebe vino y cerveza
ya no sólo por nostalgia
tiene una mariposa
abajito del hombro derecho
20 kilos más que hace 15 años
30 menos que hace 3 trimestres
se aburrió de los crucigramas
no cree más en el horóscopo chino
ya no le da vergüenza mostrar su escote
ni que le digan que tiene un enorme trasero
no lee más el periódico ni a bukowski
lleva 3 meses sin morderse las uñas
2 huequitos menos para ser explorados
le gusta espiar horizontes
y de un tiempo para acá
escribe sobre la misma pendejada
Moya tampoco sigue tímido
[ya no le huye a las chicas]
mas sí tonto
va a casarse el próximo año
con su china que abraza
más por frío que por amor
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