miércoles, 4 de agosto de 2010

Poemas no míos II

Carina no puede escuchar "Construcción" de Chico Buarque
dice que no puede pasar del primer tema,
"Dios se lo pague",
y que por eso mismo es un disco "antiestratégico"
Yo le contesto medio en broma, medio en serio
que esa es un poco la idea
y le digo
"pero cuando llegués al segundo tema, "Cotidiano",
no vas a poder dejar de escuchar a Chico en tu vida"
Pero lo que le digo no le importa
Dice que en cambio llora con Joan Manuel Serrat
que su poesía "la sensibiliza"
Pero yo nunca la ví llorar.
Pienso en cuánto que me gustaría verla llorar
y poder consolarla con "Construcción" de fondo
mientras la desnudo al compás de
"amó aquella vez como si fuese la última"
Pero la verdad es que estoy solo
escuchando un cassette de Lou Reed
mientras Carina seguramente duerme
a ciento cincuenta kilómetros de aquí
boca abajo, destapada,
y con su bombacha blanca que tanto me desequilibra.
Mañana la veré y sé que me va a decir
"te extrañé"
y cuando me bese voy a sentir
"que me muerde con boca de pasión"
aunque jamás lo pueda escuchar a Chico.


Iván Wielikosielek

II

El noi del sucre

Tengo un idiota dentro de mí, que llora,
que llora y que no sabe, y mira
sólo la luz, la luz que no sabe.
Tengo al niño, al niño bobo, como parado
en Dios, en un dios que no sabe
sino amar y llorar, llorar por las noches
por los niños, por los niños de falo
dulce, y suave de tocar, como la noche.
Tengo a un idiota de pie sobre una plaza
mirando y dejándose mirar, dejándose
violar por el alud de las miradas de otros, y
llorando, llorando frágilmente por la luz.
Tengo a un niño solo entre muchos, as
a beaten dog beneath the hail, bajo la lluvia, bajo
el terror de la lluvia que llora, y llora,
hoy por todos, mientras
el sol se oculta para dejar matar, y viene
a la noche de todos el niño asesino
a llorar de no se sabe por qué, de no saber hacerlo
de no saber sino tan sólo ahora
por qué y cómo matar, bajo la lluvia entera,
con el rostro perdido y el cabello demente
hambrientos, llenos de sed, de ganas
de aire, de soplar globos como antes era, fue
la vida un día antes
de que allí en la alcoba de
los padres perdiéramos la luz.

Leopoldo María Panero

III

Desnudo en sombra

Volverse a enamorar.
Besar una piel que sabe distinto,
no encontrar puntos de referencia
que indiquen el momento justo,
la caricia perfecta,
la mano compañera.
Retornar a un cuerpo nuevo
sin los huecos del anterior,
no poder palpar una nuca excitada,
una espalda con escalofríos conocidos.
Qué pobre se queda el intento de amar igual a la primera vez.
Cómo pesa una boca tan sabida,
tan llena de humo compartido
ante la desconocida tan poco explorada, tan miedosa.
Cuánto cuesta abandonarte, lavarme de tu olor,
quitarme las huellas de tu peso,
desdoblarme en otra Almudena
y comenzar a hacer mía una figura
de la calle que me asusta y que ¿quiero?
poseer, pero... tú, ahí estás tú,
traspasando con tu desnudo mi sombra,
consolándome pesaroso de mi dolor al terminar,
tu sonrisa y tu cigarrillo,
ese brazo moreno rodeando mi cintura
y llevándome a un lecho desordenado...

y tus manos de violinista
volando y enredándose en mis senos.

Almudena Guzmán

IV

La amante

Soy la amante
que estrenas,
la nueva, la eterna,
la de muslos trigueños,
columnas seguras
que se abren perfectamente
para dar paso
a tu mar ancho y espeso.
Soy la de paralelas montañas,
erectas, duras,
por donde han caminado
pájaros heridos de amor.

Soy la amante nocturna,
la de noctámbulos besos,
( mis ojos, túneles profundos
donde se pierde la soledad).

Soy la de siempre, la eterna,
la que te arranca el hastío
de cada costado,
la que se tiende plácidamente,
la que se para,
la que te sorprende,
la que se quita las vestiduras
y se lava en tu río claro.
Soy la que te crucifica
con mis ojos, con mi lengua,
la que se pierde
en tu mirada lela,
la que infatigable
recorre tu cuerpo,
la que vibra con devoción
en tu silencioso mundo.
Soy ella, la eterna,
la antigua, la nueva,
la de siempre
la que se cierra
la que se abre
la de ambivalentes tardes.
Soy la que renace,
la que se abre
la que se cierra.

Orietta Lozano

V

Los mejores de la raza

No hay nada que
discutir
no hay nada que
recordar
no hay nada que
olvidar
es triste
y
no es
triste
parece que la
cosa más
sensata
que una persona puede
hacer
es
estar sentada
con una copa en la
mano

Charles Bukowski

Versión de Rafael Díaz Borbón

2 comentarios:

Ronald Harris dijo...

buena recolección loca!!!

besos.

;)

Orietta Delmar dijo...

¡graciasseñordelostrozosparaguardar!