como por arte de magia
en sí, ya nadie me busca
a medianoche
Lo admito;
creí que aún había brillo en esas pupilas,
aunque tu intención nunca fue salvarme
ni la mía que te quedaras
hecho isla en este desconcierto
obsesionados con tu boca
que no ha dejado de ser
la de los besos más ricos del mundo
se instalaron en el tejado 101
con una constelación mejor que la mía.
son de extraño origen,
como la chica de ayer,
quien apostó por vos, causa perdida;
que ya no sos aquel amante azul de 34
y que ya es hora de mandar a tu puto fantasma
y todo lo que tiene que ver con vos
de una vez y por todas a la chingada.