lunes, 28 de noviembre de 2022

adiós, pinche hijo de puta


No me escondo del mundo
como por arte de magia
en sí, ya nadie me busca
a medianoche
 
Las hormigas insisten en ser trapecistas
 
Es mi culpa este naufragio.
Lo admito;
creí que aún había brillo en esas pupilas,
aunque tu intención nunca fue salvarme
ni la mía que te quedaras
hecho isla en este desconcierto
 
Tengo elefantes en los dedos
obsesionados con tu boca
que no ha dejado de ser
la de los besos más ricos del mundo
 
los gatos desaparecieron
se instalaron en el tejado 101
con una constelación mejor que la mía.
 
Aprendo que no todos los lunes se parecen
son de extraño origen,
como la chica de ayer,
quien apostó por vos, causa perdida;
 
finalmente, comprendo y acepto
que ya no sos aquel amante azul de 34
y que ya es hora  de mandar a tu puto fantasma
y todo lo que tiene que ver con vos
de una vez y por todas a la chingada.

martes, 1 de noviembre de 2022

¡No creo en los signos, pero soy cáncer! (...puto infinito)

 
el cangrejo en mí
está haciendo de las suyas
volviendo a encender la estrella mala
la antagonista de esa grieta infinita
obviamente innecesaria
con sabor a aceitunas verdes;
 
contemplo el abismo:
huracán en el centro de la carne
desequilibrio en el andamio
sonrisa  distraída y tan común
anfitrión imprudente
nombre de duende maldito
cuerpo desnudo
brutalmente hermoso.
Pero este otoño no hace tanto frío;
 
reparo en la cordialidad también
que hay en el resto de los días
perversamente cotidianos
pero imprescindibles
y tan míos;
contemplo el abismo:
aureolas desinhibidas
neblina y cobre
hermosamente brutal.
Por hoy decido estar quieta